domingo, 21 de octubre de 2007

La depresión respiratoria, más bien un síndrome, se caracteriza clínicamente por un compromiso variable de conciencia y depresión del centro respiratorio, y se ve frecuentemente en pacientes neuroquirúrgicos. La hipoventilación alveolar se manifiesta por alteraciones en la mecánica y frecuencia respiratorias (bradipnea o apnea) o incapacidad de mantener la vía aérea permeable (caída hacia posterior de la lengua, secreciones e hipotonía de la musculatura faríngea). En el paciente sin patología pulmonar ni cerebral, la hipoventilación alveolar producirá una elevación variable en la PaCO2, que en la mayoría de los casos es leve, pero ocasionalmente puede llevar a hipoxemia o hipercarbia severas. Ambas condiciones pueden ser tremendamente deletéreas para el paciente con patología cerebral aguda grave, al inducir un daño cerebral secundario. La cianosis y la taquicardia son signos tardíos de hipoxemia, por lo que la observación atenta del estado de conciencia y de la ventilación del paciente es mucho más importante en la detección de problemas respiratorios.
Por otra parte, el compromiso de los reflejos de la vía aérea en presencia de regurgitación o vómito puede condicionar la aspiración de contenido gástrico. La clínica de la aspiración pulmonar dependerá de la calidad y cantidad del líquido aspirado, siendo la aspiración de contenido bilioso o sangre, en general, más benigno que la aspiración de ácido o de contenido alimentario. En todos estos casos, la posibilidad de infección pulmonar es alta y puede complicar el manejo neurológico y ventilatorio posterior.
En general, aquellos pacientes con GCS < 8 requieren manipulación de la vía aérea en forma obligatoria, y el retardo en su implementación puede traer consecuencias funestas e irreversibles. almitrina (vectarion) El tratamiento definitivo de este problema consiste en la intubación endotraqueal (orotraqueal o nasotraqueal) que va a liberar la zona de obstrucción permitiendo una ventilación adecuada. Especial cuidado en el manejo de la vía aérea debe tenerse en pacientes con lesión de columna cervical y en aquellos con estómago lleno, estos últimos por la posibilidad de regurgitación y aspiración. En pacientes con trauma facial grave, la traqueostomía puede ser una alternativa desde el principio.
El concepto de manejo de vía aérea es tremendamente importante en los pacientes con patología neuroquirúrgica. Si bien en un primer momento es necesaria para proteger la vía aérea y mantener una ventilación y oxigenación adecuadas, a largo plazo, cuando las alteraciones agudas han pasado, muchos de estos pacientes sólo requieren de permeabilización de la vía aérea y no de soporte ventilatorio artificial. En pacientes en que se presupone un despertar lento, la traqueostomía puede ser una alternativa a pensar precozmente, para permitir una pronta desconección del ventilador. En caso contrario, períodos menores a 2 ó 3 semanas, preferimos mantener la intubación endotraqueal hasta el destete del paciente.

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